Madres

Pérdidas de orina, diástasis y otros problemas (y soluciones) del posparto

Foto: Shutterstock.

Verdades y metiras sobre la incontinencia urinaria

Cómo superar con éxito el infierno del posparto

Es uno de los problemas más frecuentes del posparto. Paradójicamente, las pérdidas de orina siguen siendo un tabú que solo se saltan los anuncios de compresas, aunque este problema afecte al 35 por ciento de la población. Sin embargo, hay un montón de técnicas que permiten controlarlas y que van desde la fisioterapia obstétrica hasta el láser o la cirugía.

"El tratamiento fisioterapéutico cuanto antes empiece mejor serán los resultados. Hay pacientes que, por ejemplo, tienen incontinecia desde hace muchos años y siempre nos dicen lo mismo: por qué no vine antes. Y efectivamente le hubiéramos evitado problemas y el tratamiento hubiera sido más rápido", comenta Flor Trujillo, fisioterapeuta experta en obstetricia. Cada vez más pacientes demandan este tipo de tratamientos, tanto en la etapa del posparto como en la preparación previa con el objetivo de evitar incomodidades y tener una mayor calidad de vida. Por eso, cada vez es más frecuente la aparición de centros como FT Trujillo en Granada o Maternatal en Madrid, donde ofrecen una asistencia integral a las madres.

Cada caso requiere una supervisión profesional para evaluar el origen del problema y su gravedad. Trujillo propone a las madres recientes llevar a cabo una "reeducación del suelo pélvico", que consiste tanto en "técnicas manuales como de estimulación y biofeedback" . La especialista también recomienda "trabajar la movilidad pélvica y el fortalecimiento de la musculatura a través de ejercicios de Kegel". En las sesiones se ayuda a la paciente a identificar los músculos del suelo pélvico, a contraerlos durante varios intervalos de tiempo pautados y las posturas correctas para su fortalecimiento. Algunas webs, como la de Centrada en ti, creada por la marca Tena Lady, ofrecen tutoriales y vídeos sobre cómo llevar a cabo estos ejercicios en el posparto. Incluso, centros clínicos como el Mir Mir ya están incorporando técnicas de rejuvenecimiento vaginal como el técnica láser Co2, que permite tensar los músculos y, por tanto, controlar también las pérdidas de orina, según asegura la clínica.

La diástasis abdominal, otro problema

Los problemas en el posparto abarcan mucho más que las pérdidas, desde dolores provocados por las episotomías hasta diástasis abdominal. De hecho, esta última es uno de las consecuencias que más preocupa a las mujeres: "Los músculos rectos del abdomen sufren durante el embarazo una 'descolocación' o separación que nosotros llamamos 'diástasis'; además sufren una elongación, es decir, quedan mas largos de la cuenta. Ambas alteraciones tienen como resultado una pared abdominal incompetente, lo que se traduce que un abombamiento permanente del abdomen. Este abombamiento suele empeorar a lo largo del día por la acumulación de gases, hecho que propicia la propia incompetencia de la pared. Junto a ese acumulo de gases, se produce un hecho casi constante en estas pacientes, que es la dispepsial, o dicho de otra forma, digestiones difíciles, pesadas o incómodas", confirma Emilio Moreno González, jefe Asociado del Servicio de Cirugía Plástica Reparadora y Estética del Hospital Quirón de Madrid.

El experto advierte de que la diástasis trasciende el problema puramente estético: "El abombamiento abdominal exige a la columna lumbar una hiperlordosis compensatoria, es decir, que se arquee de forma exagerada. Esto obliga a la columna a trabajar en un régimen casi constante de sobrecarga, lo que incrementa las molestias lumbares y predispone a la aparición precoz de artrosis vertebral e incluso de protrusiones o hernias discales", aclara el doctor.

Tal y como asegura Trujillo, y dependiendo del grado de diástasis de la paciente, bastará con ponerse en manos de profesionales: "Se pueden tratar mediante ejercicios hipopresivos y trabajo abdominal progresivo", explica la fisioterapeuta.

Para los casos más graves, también existe la solución quirúrgica: "Al reparar la pared abdominal lo primero que sucede es que el abdomen deja de estar abombado y queda liso; de forma casi inmediata la espalada corrige su posición y adopta una postura mucho mas fisiológica. De esta manera el trabajo en sobrecarga desparece y las molestias lumbares mejoran de forma importante. Además, el hecho de que la columna tenga una posición normal supone una protección frente al deterioro, es decir, protege contra artrosis vertebral y la aparición de protrusiones y /o herniaciones", concluye el doctor Moreno.